Los antecedentes, según explica, se remontan a meses atrás cuando cambió de afiliación sindical de UGT a CGT, tras ver y denunciar públicamente lo que le parecían «prácticas poco sindicalistas en su funcionamiento». «Desde entonces, empezaron a hostigarme, con provocaciones en el puesto de trabajo y poniéndose de acuerdo con encargados -UGT forma parte de la mayoría del comité de empresa- para darme trabajos por debajo de mi categoría”.